jueves, 21 de enero de 2010

LA MÚSICA DE LAS ESFERAS

Un entretenido libro de Elizabeth Redfern que mezcla historia, astronomía y espías en la Inglaterra que apoya la causa monárquica tras la revolución francesa. Sin embargo, me quedo con este pasaje, me consuela que en la literatura de ocio se puedan encontrar reflexiones así (en este caso en la mente de un médico, uno de los personajes):

[... la gente acudía a él desconsolada, y él les cobraba poco, o incluso nada, y tan sólo deseaba poder remediar también el hambre, la miseria y la maldad; remediar la desnutrición, que hacía que los niños crecieran deformes; remediar el mal que transformaba a una niña de diez años en una criatura apagada y embotada por la ginebra para saciar los apetitos de algún viejo.
Tras concluir sus estudios en el Hotel de Dieru, Raultier había trabajado durante los primeros años de la Revolución (Francesa) como officier de santé e hizo cuanto estaba en sus manos para aliviar la miseria que asolaba las callejueslas apestosas de París. Casi llegó a entender que todos aquellos hombres y mujeres, privados hasta entonces de todo salvo del instinto de supervivencia más animal, se hubieran vuelto con tal ferocidad contra los aristócratas que los habían pisoteado una y otra vez.
Pero ¿habían mejorado realmente la situación en París? Raultier había oído decir que los ricos tenían ahora otros rostros y otros nombres, y seguían paseándose en sus coches elegantes ante las miradas silenciosas y hambrientas de los pobres. En su opinión, el hambre era una enfermedad peor que la lepra; y siempre eran los niños los que sufrían más. ]

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