miércoles, 27 de abril de 2011

El espejismo humanitario, 3

Y los últimos comentarios del libro (ya véis que da para mucho).

"En el ejército nadie opina y unos cuantos deciden, en las ONG todos opinan y nadie decide". Con esta frase se puede resumir la visión que Raich transmite de la confrontación entre los humanitarios y los militares.
Sí es cierto que en acciones de emergencia o de ayuda humanitaria parece que incluso las ONG adquieren una estructura más "vertical", posiblemente más eficiente para este tipo de actuaciones. Pero cuando las acciones se centran más en largo plazo y desarrollo la estructura se va haciendo más horizontal, aunque aquí hay una gran variedad según la ONG de que se trate. Aun así no creo que en las ONG nadie decida (aunque desgraciadamente tampoco todos opinan), por lo menos en las que se dedican más a desarrollo, que son las que conozco algo... De hecho, en terreno, no deberían ser las ONG internacionales quienes decidieran.

El episodio del avión humanitario medio vacío cargado sólo con..., bueno, mejor no lo cuento. Buf, cuanto despilfarro y postureo! Aun así, el despilfarro y postureo en obras que no se sabe ni para que sirven y cambian 2 ó 3 veces de uso durante la fase de construcción, con el encarecimiento correspondiente, es infinitamente mayor en España que en las misiones de ayuda humanitaria y de cooperación al desarrollo, tanto en términos absolutos como en términos de % de fondos utilizados y eficiencia (si es que en desarrollo podemos medir realmente la eficiencia, pero eso es otra historia). Pero eso no es tan mediático y tampoco interesa demasiado que se sepa...


Otro tema peliagudo, la competencia entre ONG en terreno, que según cuenta Raich a veces es surrealista, viendo quien encuentra antes el cólera en los excrementos de la población para poder tener más tiempo en los telediarios... Pues seguro que se han dado casos y se seguirán dando, aunque yo no tengo experiencia en emergencias. En desarrollo esto no es tan habitual, más bien se dan casos de indiferencia o pasotismo, y todos los intentos de coordinación real suelen quedarse en reuniones o palabras bonitas (aunque cada vez hay más excepciones, afortunadamente).

Para la página 271, una terrible (y certera) reflexión: "no todos los muertos son iguales" y posteriormente alerta de la gran concentración de medios de comunicación en unas pocas agencias de noticias.


La página 280 es una genial descripción de como los grandes medios de comunicación (des)informan sobre las "crisis humanitarias" quitándoles a los conflictos sociales y políticos sus contextos y causas profundas para simplemente "dar pena"... (vamos, lo de los negritos llenos de moscas pero bien explicado).

En la página 281 habla de la nueva generación de ONG que entre otros valores tienen el ser apolíticas... No creo que sean apolíticas, ninguna ONG puede ser apolítica (ni siquiera siendo neutral se es apolítico). Quizás apartidistas...

En la página 283 afronta un nuevo caballo de batalla, el de asegurar que, como cualquier otra empresa, las ONG tienen como finalidad última "asegurar su propia supervivencia". Y las mete a todas en el mismo saco, sean buenas, malas, chapuceras o serias (que hay de todo, igual que hay empresas de todo tipo, personas de todo tipo e incluso administraciones públicas de todo tipo, que no me sirve eso de que "administración pública no hay más que una"). Yo creo que, como herramientas que son (las empresas dentro del sector lucrativo para ganar dinero y las del tercer sector para una multiplicidad de objetivos mucho mayor, y si no me creeis observad como desaparecen empresas absorbidas por otras o se venden justo cuando más dinero valen aunque el comprador las vaya a desmontar porque lo que quiere es librarse de la competencia), las ONGD o las ONG humanitarias que son serias y no chapuceras tienen como finalidad última la que en su misión hayan definido (y si en esa definición ha participado su base social y no es una idea feliz de unos cuantos, para mí aun más transformadora será). Y si en su día a día las ONG no tienen presente esa misión entonces no son serias, son chapuceras y oportunistas. Así que yo no metería a las ONG serias en ese saco, que ya bastante mal hace la opinión pública y los grandes medios al sector "solidario" con esas generalizaciones como para que también gente con tanta experiencia como Jordi Raich contribuya a perpetuar esa mala imagen. Muy distinto es que si uno no ha acabado un trabajo, deba cuidar y mantener a punto la herramienta que está empleando para hacer ese trabajo, pero el hecho de hacer esto con una perspectiva no finalista cambia (o debería cambiar) muchas prácticas y elementos en las estrategias de las ONG.

La página 307 debería estar enmarcada en todas las oficinas de las ONG de desarrollo. "Por encima de la exigencia de atender a los desdichados está el imperativo de denunciar los abusos y violaciones, de testimoniar sobre las vedaderas causa de la violencia y la miseria. Muchas ONG todavía se echan para atrás a la hora de revelar las injusticias por miedo a perder financiación y poner en peligro la continuidad de los proyectos o a sus empleados". O "eliminar el mal es más humanitario que hacer el bien", y muchas más. Genial alegato hacia la búsqueda y denuncia de las causas profundas de la desigualdad.

En fin, un libro de contrastes, muy enriquecedor, donde hay mucho para el debate, pero su mayor virtud es que se atreve a sacar esos debates de los que no se quiere hablar en el sector, y reflexiones que le vienen a uno cuando ha visto lo que el autor ha visto, como la de "Yo llevaba media vida cruzando fronteras por placer y aquellos miles de desgraciados llevaban otra media haciéndolo contra su voluntad. Habí algo de injusto en ello". Pues sí, eso es desigualdad...

Otros enlaces relacionados:

El espejismo humanitario, 1
El espejismo humanitario, 2

miércoles, 20 de abril de 2011

El espejismo humanitario, 2

Sigamos con el análisis de este libro, que da para mucho, os lo aseguro. Me ha servido para actualizar gran parte de mis ideas sobre ONG y cooperación (y en muchos casos para reafirmarme en las que ya tenía con nuevos argumentos).

Entre las páginas 130-132 se comenta ese estado de muchos cooperantes internacionales de estar por encima del bien y el mal fuera de sus países de origen. Estoy de acuerdo con esta visión, y es doblemente preocupante, ya que para bien o para mal uno está allá no sólo representándose a si mismo, sino también a su organización (y “subsidiariamente” a su propio país o región de origen). Si a esto sumamos la presunta “motivación ética” de las acciones de desarrollo, se llega a la conclusión de que hay un agravante en las acciones indignas de los cooperantes, casi en el mismo sentido de los militares, policías o profesores, u otra gente a la que la sociedad tiene encomendados servicios de especial responsabilidad (los dos primeros por poder usar armas, los terceros por tener en sus manos la educación de las nuevas generaciones). De esto ya he hablado alguna vez...


Creo que la crítica de la página 134 sobre las ONG que puentean o directamente ignoran a las autoridades locales y sus lineamientos es a una mala práctica que afortunadamente cada vez se da menos, al menos en centroamérica y sudamérica, ya que es una de las preocupaciones mayores el alinearse con los planes de desarrollo de la zona (¡será por planes de desarrollo!, el problema ahora es casi el contrario...). Y sí, aunque en la página 137 lo critique, la solución a la desigualdad es política, siempre que todos los ciudadanos sean realmente ciudadanos y participen en los asuntos de sus “polis” (y eso incluye “limpiar nuestra propia mierda” y hacer autocrítica).

Lo de el concepto de ONGG- Organizaciones No Gubernamentales-Gubernamentales porque muchas dependen del dinero público es algo que siempre creará discusión dentro y fuera del sector no lucrativo. Yo soy de la postura de que es el hecho de tener una planificación y lineamientos decididos por la base social y que se lleven a cabo es lo que da el carácter NG a las ONG, no la procedencia del dinero. Si en un momento dado esos lineamientos coinciden con los de la administración pública, perfecto, entonces se puede trabajar conjuntamente. Se trata de un trabajo en red. El problema es cuando se crea dependencia de esas subvenciones y se empieza a tragar con algunas cosas impuestas desde los que manden en ese momento. Hay que saber decir no, y cuanto más próximas a ser un verdadero movimiento social estén las ONG (con voluntariado comprometido y transformador) menos dependencia habrá de subvenciones para continuar el trabajo (aunque sea con menos dinero y con menos personal contratado se siguen pudiendo hacer muchas cosas si de verdad tienes apoyo de base social comprometida, ya sean socios que aportan fondos como militantes, y en mi opinión cuanto más coincidan ambas figuras, mejor).

En la página 161 se menciona una postura que hace años se ha abierto paso, y es que el propio sistema deja huecos para una falsa “transgresión” o denuncia social, a modo de válvula de escape que en realidad favorece la permanencia del status quo (y que en la saga Matrix se reflejó muy bien). En esto pueden caer los movimientos u organizaciones que no tienen las cosas claras y no hacen autocrítica ni buscan una transformación real de la sociedad a través de potenciar el pensamiento crítico de las personas (al final la parte más importante de la sociedad son las personas...).

Misiones de identificación humanitarias y militares, un ejemplo de briefing (acogida o introducción) en la página 207 puede hacer pensar que son lo mismo, pero no lo son... De este tema ya hace 4 años que escribí y sigo estando de acuerdo conmigo mismo... 

E aínda falta unha entrega!
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Otros enlaces relacionados


viernes, 15 de abril de 2011

¿Queremos que baje el precio de la gasolina?

Este correo electrónico que pego en la parte de abajo del post me ha llegado ya varias veces desde 2009 ¿Sabéis por qué no me gusta?

- Porque en mi opinión la gasolina cuesta mucho menos de lo que debería si incluyeran en su precio los costes ambientales de su producción y su uso (gases de efecto invernadero y demás), por no hablar de costes de agotamiento (que viene a ser el costo que tiene el derivar el problema energético a las generaciones venideras y que "ellos se coman el marrón"), y eso a pesar de los impuestos a mayores del "precio real".

- Si no le compras a REPSOL y CEPSA le tendrás que comprar a BP, GALP o Shell (no sé que será peor..., seguro que os suenan las animaladas que hacen estos por el mundo adelante, más allá de los tejemanejes empresariales de este oligopolio o incluso de lo mediático que fue lo de BP por afectar a USA, pero si os interesa hay noticias en rebelion.org, en el Observatorio de Multinacionales en América Latina, en el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, etc.).

- No menciona ni un poquito que la mejor manera para ahorrar es pillar el coche lo menos posible, usar transporte público y presionar a las autoridades si el transporte público es una mierda (como suele ser habitual) y si no hay otro remedio que pillar el coche, compartirlo y tratar de que se presione a los constructores de coches de mejorar la eficiencia y se busquen tecnologías renovables en todo el ciclo de la energía (que ya son posibles, imaginaros coches eléctricos que se enchufen para conseguir energía procedente de energía eólica, solar, hidráulica, etc., eso sí podría llegar a ser realmente sostenible...). Siempre es el mismo cuento, nos quedamos en lo superficial y en "virgencita, virgencita, que me quede como estoy" (en realidad bastante puteados estamos, pero ya de movilizarse, ¡¡¡¡seamos ambiciosos!!!)

¡¡¡El mejor boikot es el ahorro y la sustitución tecnológica apoyada en pymes!!!


Imagen sacada de zazzle.es

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Se rumorea que el precio de la gasolina alcanzará este año el precio de

1,70 euros/litro

¿Queremos que baje el precio de la gasolina?

¿Es posible?

¡¡ES POSIBLE!!

Para ello tenemos que actuar inmediatamente.

El año pasado se lanzaron algunas ideas, por ejemplo la de “no comprar gasolina en un día concreto”.

Los responsables de las Compañías Petroleras se rieron porque sabían que quien no reposta su vehículos el lunes lo hace el martes.

Era para ellos una molestia, pero no suponía un problema serio.

Alguien ha tenido una idea que puede funcionar.

SI REALMENTE DESEAMOS QUE FUNCIONE:

¡DEBEMOS UNIRNOS PARA HACERLA POSIBLE !

El combustible se vende hoy en el reino borbónico a:

1,31 euros el litro de diésel.

Sabemos que las petroleras nos están estafando.

Recuerden cuando subieron el precio de golpe a casi 1 euro el litro.

Entonces nos dijeron que había escasez de petróleo.

Ahora no hay escasez de petróleo.

El petróleo se produce en mucha más cantidad que hace 35 años.

Entonces el precio estaba en 0,20 euros el litro.

Tenemos que actuar con decisión para demostrarles que los consumidores incidimos en los precios.

La única forma de bajarlos es darles donde más les duele:

¡En su propio bolsillo!

¡UNIDOS PODEMOS HACERLO!

¿COMO?

Como todos necesitamos nuestro vehículo no podemos prescindir de la gasolina.

Pero podemos influir en los precios:

¡¡SI ACTUAMOS JUNTOS Y COMENZAMOS UNA GUERRA CONTRA LAS PETROLERAS!!



Sugerimos la siguiente idea:

A PARTIR DE AHORA

No comprar gasolina en las dos Petroleras más importantes (en España):

REPSOL y CEPSA

IMAGINEMOS LAS CONSECUENCIAS:

Cuando dos de las mayores petroleras reduzcan sus ventas de combustible tendrán que bajar forzosamente sus precios.

Esto desencadenará la guerra entre compañias.

Pero para conseguir que esto tenga efecto tenemos que ponernos de acuerdo millones de clientes de Repsol y de Cepsa.

ESTO ES LO QUE VAMOS A HACER :

Es absolutamente NECESARIO comprar la gasolina y el gasoil en GASOLINERAS que no pertenezcan a REPSOL ni a CEPSA.


Por eso pedimos que, por favor, difundan esta campaña.

domingo, 10 de abril de 2011

El espejismo humanitario, 1

Un bo libro de Jordi Raich moi aconsellable tanto para os que estamos no mundillo como os que queren saber máis dun tema pouco e mal tratado polos grandes medios de comunicación.



Ten un estilo moi áxil e as súas historias enganchan, se ben as veces na miña opinión pásase de sensacionalismo e non é demasiado propositivo... Por outro lado, aínda que eu de acción humanitaria non teño nin idea, si hai cousas do libro que me deron que pensar, e moitas outras coas que me sentí identificado. O mellor, moitos dos temas que saca, que dan para o debate:

- Na páxina 80 menciona como as veces a "poboación beneficiaria" (non me consigo afacer a esa denominación) poden sentirse explotados cando son obligados a traballar mal pagados ou gratis "para unha etérea comunidade" xa que deben aportar algo no proxecto. Neste caso non estou nada de acordo coa crítica, polo menos nos proxectos de desenvolvemento. Se trata de facilitar ou apoiar, pero lograr aportes dos protagonistas do proxecto é clave para que o sintan seu e para a súa sostenibilidade. Pero as "reglas do xogo" deben estar claras e disiparse esa sensación "etérea" ou se caerá no problema de sempre, cousas do común cousas de ningún.

- A sensación que comenta na páxina 84 de "en dúas décadas de tratar con incontables personas de rexións deprimidas apenas teño logrado facer un puñado de verdadeiros amigos que se interesen por min, non polo meu diñeiro". Nun primeiro momento se pode pensar iso, pero na vida profesional, dependendo do posto e estatus social, tamén en España ocorre iso. Cantos amigos de verdade se fan na vida? No caso dos cooperantes pasa o mesmo, e un dos camiños nas que a persoa cooperante crea máis fortes amizades é o compañerismo, respeto e traballo conxunto con xente dos socios locais. En Nicaragua deixei amigos, non moitos, pero serán para toda a vida (exactamente igual que en España).

- No segundo parágrafo da mesma páxina propón a dialéctica do "filántropo beneficiario" vs. o "receptor da misericordia" que ten moitos malentendidos e egoísmos por ambas partes que pode por deshumanizar esta cooperación, convertíndoa "nunha transacción comercial entre usuario e proveedor", sendo un simple proveedor de servizos. Na acción humanitaria é posible que isto se de de xeito moi habitual (e pode ser que non haxa outro remedio se se quere cubrir as necesidades mínimas da poboación nunha catástrofe humanitaria). Pero se se está no outro extremo do continuum humanitario, ou mellor aínda, na parte máis centrada en "desenvolvemento" e non tanto en "emerxencia" do contiguum humanitario, é necesario deseñar estratexias de traballo para que non se produza esa sensación de sustitución das súas propias estruturas e institucións no subministro de servizos básicos. Aquí tamén se pon de manifesto a visión da cooperación para o desenvolvemento como "cooperación internacional para o desenvolvemento", e desgraciadamente así entende o estatuto do cooperante e a lei de cooperación internacional (esta última mesmo non inclúe como cooperante ao voluntariado internacional para o desenvolvemento, o cal xa é totalmente sangrante), pero estes temas quedan para outro día.

- A sensación que transmite o libro de que cooperación para o desenvolvemento (máis aló de que falemos de acción humanitaria, emerxencias ou desenvolvemento) é só a que se fai noutros países chega ao seu cumio na páxina 86, onde se distinguen 3 grupos de persoas segundo a súa reacción á inevitable crise existencial sobre se o que fan paga a pena:
  1. Os que superan as dúbidas reexaminando as motivacións e propósitos 
  2. Os que seguen no traballo pero maltratándose e "errando polo planisferio"
  3. Os que deixan o mundillo das ONG.
Fáltavos algún? A min polo menos un, e falo de experiencia propia. Son os que deciden que se pode facer cooperación dende o lugar onde un vive, porque hai moito que transformar aquí e cada un o que mellor pode transformar é a súa casa, non a de outros...

- Os valores de tolerancia e respecto aos dereitos humanos que, como menciona na páxina 88, non se poñen de manifesto moitas veces no noso entorno cos veciños negros do noso edificio ou os musulmanes que queren ter unha mezquita no noso barrio (mesmo polos "filántropos" que axudan en cambio a "famélicos perdidos nun remoto deserto africano") deben por iso traballarse tamén nun "contiguum" polas propias organizacións que traballan en cooperación para o desenvolvemento (iso é a sensibilización e sobre todo a "Educación para o Desenvolvemento" que cada vez estase a converter, afortunadamente, nun dos piares máis sólidos das chamadas ONGD). Se traballamos polo desenvolvemento, a etiqueta de "internacional" que queden con ela os políticos (de feito non hai tanto que a Axencia Española de Cooperación Internacional para o Desenvolvemento era só "Axencia Española de Cooperación Internacional", a etiqueta de "internacional" élles útil para dividir competencias para o Ministerio de Asuntos Exteriores ou para a Secretaría Xeral de Relacións Exteriores da Xunta o do goberno autonómico que sexa, aínda que tamén promoven accións de Educación para o Desenvolvemento en España ou Galicia, a ver se conseguemos que polo menos a AECID chegue a chamarse "Axencia Española de Cooperación para o Desenvolvemento" e empezamos a ser coherentes..., pero de momento non que aínda cambiaron os logos hai pouco, e en Galicia ademais nin sequera temos todavía Axencia Galega de Cooperación).

O libro da para moito máis, pero será outro día.

Outros enlaces relacionados

El espejismo humanitario, 2
El espejismo humanitario, 3