siempre son temas complicados en los que cuesta tener opinión, así que nos dejamos arrastrar. Pero creo que de las pocas cosas que tengo claras es que no me quiero dejar arrastrar..., así que me gustaron este artículo y su contestación
Y la conclusión es siempre la misma, siempre nos quedamos en lo superficial y no se atacan las causas profundas de los problemas (ni siquiera sabiendo que son problemas) cuando hay que atacarlas. Y luego todo se quiere arreglar con violencia (bueno, todo lo que interesa...).
2 comentarios:
Muy interesante la contestación de Cristóbal Orellana, sí señor, pero echo en falta un mayor desarrollo de las alternativas no-violentas que nombra para creerme de verdad que es una alternativa realista. ¿Conoces algún otro caso donde hayan funcionado antes?
El problema es que, si no se ha trabajado en las causas profundas antes, llega un momento que el conflicto difícilmente tiene vuelta atrás, pero tampoco lo arregla que fuerzas externas intervengan (mira si no Afganistán o Irak, donde no se ha conseguido esa pretendida "democratización" y pacificación", yo también echo en falta que las intervenciones militares hayan servido para algo...). Al final se emplea la protección de la población civil como excusa para una intervención armada externa con objetivos geoestratégicos (¿por qué Libia sí y Costa de Marfil, la franja de Gaza o Ruanda no?). Si la ONU fuera un organismo realmente democrático y con unos criterios de intervención claros, sí podría considerarse una fuerza de intervención protectora. Pero en mi opinión nunca la OTAN, es muy distinto.
La verdad es que yo sí soy partidario de un derecho internacional y una institución democrática internacional fuerte que realmente funcione y a la que todos los países se tuvieran que someter. Es complicado, pero es la opción más viable que veo...
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