Pole, pole: así es como dicen "tranqui tronco" por Tanzania. Y realmente hay que decirlo de vez en cuando. Siempre me llama la atención cuando viajo como en realidad no hay sitios donde el ritmo sea mucho más tranquilo (me estais estresando...!!!), sino que en cada lugar se estresan por cosas distintas. Y aquí el estrés llega en cualquier lugar, turístico o no, donde haya que coger un medio de transporte. Hay un montón, pero aun así es estresante ("bele, bele!!!" que significa "adelante!!!" es lo más repetido por los busitos, camioncitos o "Dalla Dalla" como el de la izquierda, igual que en Nicaragua decían dele, dele!!!, hasta pensé que decían lo mismo...). Esto nos ocurrió tanto al marcharnos de Same en el "Dar Express" buscando Dar es Salaam y los ferrys hacia Zanzíbar, como en la llegada a Dar donde los taxistas se pelean por los viajeros (y si son mzungus tanto mejor, que se les cobra tarifa de mzungu, y si sin mzungus que no conocen Dar y van a coger el último ferry hacia Zanzíbar con el tiempo superjusto, aun mejor, ya que aun pueden sacar más tajada por "agilizar los trámites" del ferry, mucho ojo, que esta tajada puede estar en el límite de la estafa...).
Pero bueno, el viaje en el bus por el norte de Tanzania fue tranquilo (casi 7 horas), viendo el cambio de clima y paisaje, desde las llanuras secas donde los masais tienen sus dominios, dejando los montes Pare a nuestra izquierda, pasando por valles fluviales con palmeras, campos de maíz hasta donde alcanza la vista (aquí el año que viene seco la cosecha se arruina y vienen las hambrunas, fenómeno aun más acusado según avanzamos hacia el norte, Kenia y sobre todo Etiopía y Somalia), y muchísimas plantaciones de sisal (a la derecha). Mereció la pena el tiempo empleado.
Luego fue coger el ferry en el puerto de Dar es Salaam (lo poco que ví de ella me dio impresión de "caos ordenado") para , tras ver los botes de velas triangulares símbolo de la cultura swahili, llegar sin novedades en 2 horas y ya anocheciendo, a Stone Town, capital de Zanzíbar (en este caso "caos caótico" como se ve en la foto a la derecha). Ahí también hubo estrés, por el primer encuentro con los famosos papasi (o garrapatas) zanzibarianos, que no son más que presuntos guías que acosan a los visitantes en todos los idiomas (incluso imitando a Chiquito y amenazando con llorar lágrimas de sangre por no aceptar sus servicios) para conseguir clientes, y en cuyo vocabulario no existe la palabra NO. Al final, tras rechazar a varios, y ante la dificultad a esas horas de moverse por la zona (y sobre todo de buscar hotel), nos fuimos con uno hasta que tras tres intentos encontramos un hotel que por 45 dólares nos daba una habitación decente y desayuno (otros eran más caros y mucho peores). Es el problema de ir en temporada alta y sin hotel reservado... Estos guías normalmente cobran comisión de los hoteles, y siempre se ofrecen a esperarte al día siguiente para hacer de guía turístico (ahí, claro está, pagando uno mismo). El último día de estancia en la ciudad nos daríamos cuenta de que en las tiendas y mercadillos el acoso es igual o peor (excepto en las tiendas regentadas por hindúes, que suelen tener más pasta, y no tratan de atraer tanto a los clientes, será otro tipo de estrategia...).
Al día siguiente tomamos una Dalla Dalla, la 324 si no recuerdo mal, hacia la playa de Bwejuu (en la estación de Dalla Dallas te pueden informar, y si no, en la guía Lonely Planet viene bien). Esta playa está en la parte este de la isla, con lo que para llegar había que atravesarla de Oeste a Este. En la zona norte hay zonas mucho más turísticas, pero esta playa era "donde el concepto de playa con palmeras adquiere un nuevo significado", según la guía... La verdad es que la descripción nos atrajo, y no quedamos defraudados (y eso que el pabellón estaba alto con el Caribe en Little Corn Island, en Nicaragua). Un lugar donde había masais jugando al futbol en la playa (a veces sin soltar sus palos). No es que los masais sean originarios de esta zona..., sólo que se pueden encontrar a menudo en todo el país trabajando como vigilantes. Además había niños por todos los lados, partidos de futbol multitudinario también en la playa, al lado de un basurero donde las vacas reciclan todo lo reciclable, amaneceres rojos de sol inolvidables, y arena blanca y mar azul hasta donde alcanza la vista. Y la comida...
Decidimos estar dos días en este pequeño paraíso, y volver el último día a "enfrentarnos" de nuevo a Stone Town, ya con otra mentalidad. Y he de confesar que es una ciudad muy atrayente, con muchísima vida (demasiada a veces), con callejuelas laberínticas donde no sabes que te encontrarás a la vuelta de la próxima esquina, si una mezquita, un templo hindú o protestante, o la catedral católica, pasando por una plazuela con niños en bicicleta persiguiéndose, o directamente con una bicicleta a gran velocidad que en el último momento inexplicablemente consigue esquivarte. Y tiendas grandes y pequeñas (con miles de objeto de ébano, marfil, plástico, pulseritas, yo siempre me pregunto si serán capaces de vender todo eso en una vida...), incluso alguna con mujeres que allí mismo están charlando y creando hermosos cojines o tejidos, y gente que te ofrece de todo, y niños que cantan en una escuela musulmana y que podeis oir en el vídeo (en Zanzíbar el 90 % de la población son musulmanes), y escuelas de ki-swahili (aquí están las mejores), y puestos de comida (cuidado con lo que tenga pilli-pilli...), y niños aprendices de empresarios, y puertas de madera decoradas (las puertas zanzibarianas son famosas en todo el mundo, en el vídeo se vislumbra una) y casas de la época de opulencia de la isla con un aspecto de entrañable decadencia, (había ricos mercaderes de esclavos, diamantes y especias, y llegaban aquí las más ricas telas y alfombras de Asia, y comodidades de Europa).
En Zanzíbar realmente se ve la unión de varias culturas, dejándote a veces agradablemente aturdido, y sobre todo con esperanza al ver como realmente sí pueden convivir distintas civilizaciones.
Otros enlaces de relacionados
TANZANIA, EN LA CUNA DE LA HUMANIDAD, CAP 1. JAMBO!!
TANZANIA, EN LA CUNA DE LA HUMANIDAD, CAP 2. MAMBO!!
TANZANIA, EN LA CUNA DE LA HUMANIDAD, CAP. 4. KWA HERINI
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