No siempre se contrapone, pero tiene características muy distintas. Uno es el "modelo bolsa de voluntarios", donde la gente que quiere dedicar su tiempo a actividades voluntarias ayudando a otros se apunta y espera a que les digan que han de hacer. Suele ser más cómodo y, posiblemente, muy eficiente de cara a conseguir resultados, digamos, tangibles.
El otro modelo es el de voluntariado proactivo (me gusta esa palabra, en fin, manías...). Nadie te dice qué hacer, lo tienes que decidir con otros (voluntarios o no) para trabajar buscando unas metas, y entre esas metas está precisamente la educación en valores de la sociedad y la de uno mismo. Las discusiones, intercambios de opinión, aproximación de posturas, eso es algo por y con lo que merece la pena trabajar. Por eso me gusta más este modelo, porque está enfocado a todas las personas, y realmente busca un cambio social.
¿Que si hay gente que trabaja así? Claro que sí! Muchas asociaciones, redes y también grupos que se dicen "anarquistas" y lo son (porque ojo, anarquía no implica descoordinación ni desorganización, que es un significado que desgraciadamente cada vez se le aplica más). Yo tiraré pa casa, en Enxeñería Sen Fronteiras siempre me he sentido muy a gusto...
1 comentario:
me ha gustado la entrada... :)
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