Equidad de Género en la Cooperación

Este fin de semana pasado hubo un curso de Enfoque de Equidad de Género en la cooperación, organizado por la Comisión de Género de la Coordinadora Galega de ONGDs (han hecho realmente un buen trabajo). Yo asistí a él, y hubo varias cosas que me llamaron la atención (en el curso, o ya conocidas de antes pero que el curso "desenpolvó") y me gustaría resaltar:

- Diferencia entre género y sexo.
- No existe la discriminación positiva (aunque en el diccionario de la real academia lo acepte), sino las medidas de acción positivas.
- El feminismo tiene muchas bases ideológicas, teóricas, y por lo tanto, distintas corrientes. De las más aceptadas actualmente es que el feminismo persigue la igualdad de oportunidades de ambos sexos, así que podría ser que tuviera que trabajar en parcelas donde tradicionalmente el sexo masculino no estuviera presente. En este caso, no me parece en absoluto adecuado el término "feminismo", debería ser "igualitarismo" o similar.
- Hay que mirar las actuaciones con "gafas de género" (y esto debería ser así también para todos los ejes transversales a introducir en las actuaciones, como la intercultural, la de derechos humanos, la de educación para el desarrollo o la de medio ambiente).
- Estas "gafas de género" deben además ser "bifocales", teniendo en cuenta tanto la condición de género (más vinculado con las necesidades más inmediatas y a corto plazo) como la posición de género (que es la ubicación respecto al otro sexo y respecto a uno mismo, y más vinculado con aspectos estratégicos).
- La equidad es el medio para alcanzar la igualdad, y no tiene por qué implicar medidas igualitarias, ya que si existe una brecha de género, las medidas igualitarias no reducirán esa brecha, y puede ser que la amplíe al partirse desde una situación asimétrica. Esto es aplicable en cualquier tipo de brechas, no sólo las de género (acceso a recursos, a información, brechas étnicas o culturales, acceso a nuevas tecnologías, etc.).
- Para impulsar este tipo de trabajo, hay que trabajar en la reducción de estas brechas ya desde el entorno organizativo.
- Para este trabajo, las brechas externas son más fáciles de trabajar, las peores tanto para detectar como para trabajar son las internas, las propias de las personas (falta de motivación, de la autopercepción de la capacidad de resolución de problemas, etc.).
- Desde el análisis del problema, hay que tener en cuenta la llamada "Flor del Empoderamiento" (aplicable a cualquier tipo de agente de desarrollo). Se trata de una flor de 5 pétalos: Personal (lograr que la mujer comience a pensar en sí misma como sujeto de desarrollo sin ser un simple puente para mejorar la calidad de vida de toda la familia, lo que yo llamo pasar a un enfoque "Loreal", porque yo lo valgo...), Familiar (herramientas de negociación), Organizativo y Político (apoyo entre mujeres y solidaridad entre hombres y mujeres), Económico (control real de acceso a los recursos y decisión en la planificación) y Socio-Cultural ( p.e. roles tradicionales en el caso de género)

Y por último..., no hay que hablar "de la mujer" (o "del hombre" o "del indígena"), si no de LAS MUJERES, que son muchas y con problemas y circunstancias muy variadas, ni verlas desde un punto de vista de "minoría" (que no lo son), o población vulnerable, o lo seguirán siendo. Esto lo dijo Haydée Castillo, una defensora histórica de los derechos de las mujeres nicaragüenses. Me llamó la atención, ya que yo critiqué mucho por parecerme un caso de este tipo cuando la Xunta de Galicia inventó en tiempos la Consellería de Familia, Mujer y Juventud (y otros bichos raros, decía yo) en fin, ¿pura propaganda política o realmente hace falta como algo simbólico y de supervisión? Mejor sería entonces llamarle "de igualdad" ¿no?.