SUSAN GEORGE EN SANTIAGO

En estos días tuvimos la suerte de contar en Santiago de Compostela con la visita de Susan George, destacada figura muy vinculada a ATTAC. Habló de como se puede superar la crisis o, mejor dicho, las crisis que según ella son al menos 3:

- la de la desigualdad y la pobreza

- la financiera, que últimamente está restando protagonismo al resto

- la ambiental, encabezada por el cambio climático acelerado causado por las actividades humanas, y del que no tenemos ni idea de gran parte de los impactos que puede causar, aunque también mencionó los OGM, a los que achacó incluso más problema ambiental que social (aunque a la larga, o no tan a la larga, los problemas ambientales acaban convirtiéndose en sociales).

Alguien en el numeroso público que estábamos en el salón de actos de la facultad de políticas de la USC añadió además la crisis ética y de valores, lo cual ella compartió, pero agregó que para mejorar esto ella prefiera hacerlo con la política.

Mencionó a pinceladas distintos problemas clave causantes de estas crisis, como la especulación existente incluso con las cosechas futuras, la huella ecológica como indicador de (in)sostenibilidad y desigualdad, el sistema que aumenta la brecha entre ricos y pobres (prolongada en muchas ocasiones por las políticas fiscales) y otros. Además cuestionó la cultura del consumismo en la que estamos inmersos, donde no se promueve el ahorrar (sólo el 1% en USA lo hace). Criticó el sistema neoliberal que permitió a los bancos crear productos cada vez más complejos y opacos (hasta para ellos mismos), y mencionó algunas cosas de las ya conocidas sobre los NINJA y las causas de la crisis financiera (que en España ya vamos conociendo gracias a algún que otro comunicador).

¿Qué hacer? ¿Qué debe cambiar? También a pinceladas, habló de la reducción de la dependencia del petróleo, las construcciones autosuficientes, las energías renovables como apuesta decidida, el abandono de los agrocombustibles como alternativa sostenible, transportes más eficientes, etc. Incluso alguien le recordó la Tasa Tobin (que ATTAC había impulsado), que según ella sería fácil aplicar en lugares como Europa, más preparados para la aplicación de tasas. Pero en un ámbito de libre mercado lo ve complicado. Para todo esto hace falta dinero, pero no es dinero lo que falta, es voluntad política de que los gobiernos asuman que hay cosas que hay que hacer, y que el dinero que manejan es el de todos los ciudadanos. Defendió la transparencia y la regulación gubernamental como eje central para llegar a estos logros, usando los impuestos para la promoción de las buenas prácticas y el castigo de las malas. Pero las cumbres como la del G20, que ha tenido lugar en estos días, son, para ella, intentos de impedir que el dinero regrese a la gente.

También habló de como el dinero generado en los países empobrecidos genera dinero en cuentas bancarias del norte, y que la condonación de la deuda debe ser dirigida y regulada (la pregunta sería, ¿por quién?). Los tratados de libre comercio impiden a los países empobrecidos decidir el uso de sus propios recursos y aumentan la brecha (ya que el aumento de valor añadido se da en los países del norte). Es importante que haya mesas representativas tanto geográfica como sectorialmente, que determinen como gastar el dinero (por ejemplo el de condonación de la deuda), pero los gobiernos no suelen querer compartir el poder con la gente que les dio el voto (un voto no es un “cheque en blanco”, a diferencia de lo que a veces se cree).

Aun así, según ella, a nivel de las personas, la discriminación más grande no se da tanto por el país donde se esté o el género, sino por la clase social (en el caso de género sobre todo en los países más enriquecidos).

Sin embargo es optimista, sabemos qué hacer, “el cambio no es un sueño imposible”, y hay muchas de las soluciones que propone ya investigadas y probadas.

Habló fugazmente de los retos que Obama deberá afrontar en EEUU (sistema educativo y sanitario públicos muy deficientes, presiones para no variar su política exterior, etc.), y confesó que nunca pensó ni siquiera que lograra ser candidato...

Me quedo con una frase que dijo para mí muy acertada: “LA POBREZA NO ES EL PROBLEMA, EL PROBLEMA ES LA RIQUEZA”. Aun así, eché de menos una llamada a la conciencia de la gente para que asuma su propia responsabilidad, y que fuera más explícita sobre la necesidad de cambiar el modelo de desarrollo.