domingo, 14 de diciembre de 2008

QUILOMBAGEM Y EL EGOISMO HUMANO

Estos días el espectáculo de Quilombagem recorre como una ola arrolladora toda la geografía española, coincidiendo de forma casual con la semana de los derechos humanos. Su finalidad, la denuncia y la sensibilización, una iniciativa más del Centro de Defensa de la Vida y los Derechos Humanos de Açailândia, Brasil.
Ayer tuve la suerte de verlo en Santiago de Compostela, gracias a una serie de gente que se dejó la piel en conseguir que este grupo de chavales y chavalas pueda dar un golpe de realidad en nuestras caritas a través de música, baile, canto, teatro y capoeira, elementos culturales muy ligados en su país a los esclavos negros que traían en condiciones inimaginables. Y es que la esclavitud que hubo durante siglos en Brasil (y en todo el resto de colonias americanas), hoy en día simplemente ha cambiado de nombre y de traje, y ha convertido a las personas en trabajadores atrapados en lugares remotos donde sus derechos son violados sistemáticamente, y lo que es peor, en muchas ocasiones se ven obligados a aceptar esa vida para sacar adelante a sus familias. Es la esclavitud que crea nuestro modelo de desarrollo...

¿Y cómo poner fin a eso? Que duda cabe que la protección legal es un gran avance y respaldo, pero también hacen falta voluntad política y destinar los recursos recesarios para llevarla a cabo. Y eso se consigue inculcando en los valores de la sociedad y de las personas el respeto por los derechos de los semejantes, desde pequeños. La tentación de aprovecharse del resto del mundo para medrar personalmente es algo que los seres humanos tienen muy desarrollado. LA CLAVE ES, COMO SIEMPRE, LA EDUCACIÓN.

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