sábado, 14 de febrero de 2009

¿LA TIERRA PARA QUIEN LA TRABAJA?

La motivación monetaria para la mejora en el desempeño del trabajo es contraproducente, y fomenta el consumismo. Existe un sueldo mínimo pero ¿debería haber un sueldo máximo? Cuando se consiguen más bienes de los que se pueden utilizar (porque no se tiene tiempo o simplemente no se quiere o no se tiene capacidad), quedan recursos infrautilizados fuera del alcance de otras personas con mucho menos acceso a recursos, y que no pueden salvar el abismo de la desigualdad de oportunidades que cada vez va siendo mayor (dinero llama a dinero, a perro flaco todo son pulgas, etc., también la sabiduría popular es consciente de esto). Por eso la vinculación a recursos propios primarios hace a una sociedad más estable y menos dependiente (¿la tierra para quien la trabaja?). Las exigencias sobre soberanía alimentaria, las teorías del decrecimiento, movimientos como La Vía Campesina o Trabajadores Rurales sin Tierra, libros como Las Uvas de la Ira, y muchísimos más ejemplos que seguro que se os ocurren, son la cristalización de cosas que han pasado y pasan cuando uno se para a pensar, o simplemente actúa, con esta lógica.

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