martes, 13 de octubre de 2009

GOTAS DE FRIKI-FRESCOR II, OBAMA Y LOS VIAJES EN EL TIEMPO

Viendo el otro día la más que digna película Cronocrímenes, recordé algo de los rudimentos de como proponer una historia de viajes en el tiempo sin perder al mismo tiempo algo de lucidez “científica”. Una de las ayudas es sin duda tener muy clara la diferencia entre la línea temporal global y la línea temporal de cada personaje. Esto explica como un personaje pueda viajar las veces que sea en el tiempo, pero que su línea temporal particular sigue pasando, así que las personas tendrían una capacidad limitada a su tiempo de vida de viajar (y por tanto habría una limitación de cuantas repeticiones temporales de sí mismo habría, repeticiones que en cualquier caso no serían exactamente iguales porque vendrían del futuro, y por tanto serían X unidades temporales más viejas). En la película, de hecho, no explicaba muy bien la línea temporal y por qué era posible que el viajero temporar se viera a sí mismo, ya que no es la línea temporal la que se retuerce, es que el viajero crea una línea temporal personal nueva en paralelo a la línea temporal ya existente cada vez que viaja en el tiempo (lo podeis ver en el dibujito, el personaje 1 tiene 3 líneas temporales, ya que viaja 2 veces hacia atrás, la segunda vez que viaja llegaba unos minutos antes que la primera, de modo que el personaje 2, el científico, se encuentra por primera vez con el protagonista cuando lo ve salir de la máquina del tiempo en su segundo viaje, con lo cual ya sabe que más adelante habrá usado la máquina).

También es importante definir qué pasaría si una vez que el personaje vuelve atrás (y puede verse a sí mismo), cambiara algo de la línea temporal (y si eso sería posible o en caso contrario se provocaría una “paradoja espacio-temporal que destruiría el mundo”. En el caso de Cronocrímenes, era imposible, y los protagonistas se las arreglaron para que nada cambiara. En la inolvidable trilogía Regreso al Futuro, a pesar de las dificultades, tampoco hubo cambios. Incluso en el guiño que la serie Futurama hizo en una de sus películas (El Juego de Bender, título para recordar un libro que todo el mundo debería leer) también a este tipo de historias se las arreglaron para que al final todo casara.

Hay un suplemento (que ha ganado algunos premios) del juego de rol GURPS llamado “Viajes en el tiempo” que trata todo este tema (el hecho de que en uno de sus capítulos aconseje leerlo sólo a gente con ciertos conocimientos de física teórica no hace que sea complicado, al contrario, es realmente un suplemento que aporta valor añadido, y sirve para tener una idea más clara de como manejar estas situaciones).

Incluso en la genial saga de libros de Mundodisco, de la que hablé, hacen un guiño a estos temas a través de lo que llaman algo así como “retro-vino”, que nacía de “uvas reanuales”, que se sembraban un año y crecían el año anterior. El retro-vino provocaba, claro está, retro-resaca, que aparecía el día anterior de haber bebido, lo cual te obligaba a beber al día siguiente so pena de provocar una paradoja espacio temporal que destruyera el mundo...

¿Y tiene todo esto que ver con Obama y su premio nóbel? Pues sí, ya que el premio nóbel de Obama es un “retro-premio”, con lo cual ahora le toca realmente merecerlo, so pena de provocar una paradoja espacio-temporal que destruya el mundo... (además de verdad).

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