La crisis está haciéndoselo pasar mal a algunas ONGD, que pierden algunas fuentes de financiación habitual.
Esto es catastrófico para los fines que en mi opinión deben perseguir estas instituciones, porque en muchos casos la centralización excesiva en la gestión de ONGD de gran tamaño, trae como consecuencia decisiones estratégicas de ahorro de costes más fundadas en la capacidad de las sedes de atraer fondos para mantener la estructura organizacional (generalmente centralizada en ciudades grandes tipo Madrid o Barcelona) que de ser realmente vehículos de movilización social vinculada en su nivel más básico a los diversos territorios para una permeabilización y transformación social real. Y eso es producto de una estrategia a mi entender errónea, ya que ahí debería funcionar con más razón aun la solidaridad territorial (o al menos "la compensación territorial", si en un sitio se capta más compensa a donde se capta menos...).
Este problema también se puede dar a nivel más local entre la presencia de ONGD en villas respecto a la presencia en ciudades grandes, sea cual sea la región (incluyendo las regiones periféricas, donde las villas o zonas rurales son la periferia de la periferia, pero incluso también hay ciudades periféricas respecto a otras ciudades más "preferidas" por su movilización social).
Por eso desde aquí defiendo a los pequeños movimientos sociales vinculados a los territorios, tanto ONGD como otros que busquen la participación de la ciudadanía y su movilización para mejorar su entorno (e incluso también defiendo la riqueza de la cooperación descentralizada vinculada a la sensibilización y educación para el desarrollo con la población del territorio que aporte los fondos), y por tanto adaptados a su idiosincrasia (como en otro ámbito, aunque muy aplicable también aquí, defiende la nobel Elinor Ostrom).
Lo pequeño es hermoso, aunque es clave dedicar también recursos a la coordinación y el trabajo en red (lo que llama Ostrom sistemas anillados) para lograr impactos ejemplarizantes más grandes y visibles. Pero para eso no hacen falta las fusiones de ONGD, como muchas veces se oye (eso de que ¿por qué hay tantas, por qué no muchas menos pero más grandes y eficientes, que trabajen todas juntas?) Ese modelo ni siquiera funciona siempre para las empresas aunque muchos quieren venderlo así, y vuelvo a Ostrom para decir que para gestionar sistemas complejos (ella habla de recursos naturales, yo hablo de cambio social), hacen falta modelos institucionales complejos...
Zona Okupada de A Cova da Meiga. Atoparedes nela cousas sobre cooperación para o desenvolvemento,ecoloxía social,software libre,xogos de rol,libros,música,películas...Porque desde a nosa "cova" podemos cambiar o que non nos gusta da sociedade! --- Zona Okupada de A Cova da Meiga. Encontraréis en ella cosas sobre cooperación para el desarrollo,ecología social,software libre,juegos de rol,libros,música,películas...¡Porque desde nuestra "cueva" podemos cambiar lo que no nos gusta de la sociedad!
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2 comentarios:
Pues cierto, pero con matices. Es cierto que muchas ONG pequeñas son más activas y tienen bases más asentadas. Pero también hay ONG grandes con comités locales muy activos, que hacen muchas cosas en sus territorios. Y con la ventaja de que su tamaño les permite estar también en foros donde se deciden cosas. Hoy, para que te escuchen los que mandan, necesitas estar respaldado por un millón de personas (como lo están Greenpeace u Oxfam). Lo que no quita que la coordinación entre grandes y pequeños no deba mejorar. Así todavía seríamos más.
Así es, pero el ámbito local es muy importante y en mi opinión debe ser estratégico, y esas ONG grandes con gran poder de lobby a veces caen en la tentación de mirar más hacia "arriba", que hacia "abajo" a esos espacios o comités locales que comentas, a veces bastante abandonados de la mano de la sede central.Reivindiquemos también el espacio local de las grandes ONG, pues!
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