En una entrevista que publica Canalsolidario a Francesco Ambrogetti, fundraiser del Programa de Naciones Unidas sobre el Sida,se mencionan aspectos delicados y claves de la "captación de fondos" desde las ONG (fundraising usando el "palabro" técnico que se está imponiendo). Aquí podeis ver la entrevista, a la cual yo hice un comentario.
Aunque la captación de fondos es una herramienta clave en cualquier ONG, me preocupa que la donación particular esté mucho más influida por la parte emocional de las personas que por la racional. Creo que donar por una emoción más o menos momentánea es menos deseable (y hasta puede ser contraproducente como lavado de conciencia) que que se haga por pensar que participando en determinado proyecto de transformación social pueden cambiar las cosas (lo cual en mi opinión es algo racional, que sin duda que viene tras haber sentido muchas emociones, entre ellas la sensación de injusticia de muchísimas situaciones). Por eso no comparto demasiado el modelo anglosajón y nórdico de captación de fondos de particulares por encima de lo público. Las subvenciones públicas bien estructuradas y con criterios claros y compartidos por los ciudadanos me parecen una herramienta que puede promover una transformación social mucho más profunda que la realizada "a golpe de emoción". El argumento de que esta emoción puede servir para que una persona se involucre en un proyecto y se sensibilice más profundamente puede ser válido en ocasiones, pero no me parece deseable como metodología común. Menos dinero y más militancia...
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3 comentarios:
QueridoSergio convengo con tu puntos. Sin embargo, las emociones no son simplemente piedad o caridad. Las emociones como cólera o repugnancia y felicidad son de gran alcance como la tristeza. Las emociones son complejas pero son los elementos más importnatede nuestros cerebros que activas nuestras decisiones de hacer donacciones y activismo. Éste ha sido un descubrimiento reciente de la neurofisionlogia. Greenpeace y otras organizaciones activista están muy enfocada en activar emociones como cólera contra la contaminación o las empresas. Soy italiano y trabajé por mucho años en países no anglosajones asi que comparto tu opinión en el mdoelo anglosaxone y su limite. Pero creo que el uso correcto de emociones de movilizar a gente es la llave también para convencer despues la gente de manera más racional para cambiar el mundo. Un abrazo. Francesco Ambrogetti
Hola Sergio,
Lo que seguramente no sabes es que tu comentario generó un artículo en otro blog: http://bloc.xarxanet.org/2010/09/menys-diners-i-mes-militancia.html
!Nos vemos mañana en clase!
¡Me alegro que haya este tipo de debates de un tema del que no se suele hablar demasiado! Gracias Francesco por tu comentario! Como también comenta Juan Mezo en el enlace que aportó Jaume, coincido totalmente con que lo ideal es buscar la militancia como actitud ante la vida (y eso implica también el apoyo económico en la medida de las posibilidades de la gente). Lo que me preocupa más es que si las campañas de captación de fondos se hacen sin otra paralela de "educación para el desarrollo" de los donantes, puede haber la tendencia a quedarse en la simple captación de fondos, sin nada más. Así que como la amiga de Juan que fue a la India y no vino demasiado sensibilizada, el donante puede dar su dinero y no ir más allá en su militancia, sobre todo si no se crea el espacio para ello, y se le invita a participar e implicarse más. En este caso creo que sería hasta contraproducente para la misión de transformación social de muchos movimientos y ONG (dicho de forma más fuerte, nos convertiríamos en "una subcontrata de la conciencia" del donante, "yo ya dono xx dinero a la ONG yyy", convirtiendo al dinero en el fin de la militancia y, siempre como opinión personal, prolongando un modelo que no me gusta). Así, con lo de "menos dinero más militancia", me refiero a que si no hay recursos para hacer simultáneamente ambas campañas de forma indisoluble, prefiero elegir la de "sensibilización" para lograr implicación personal más allá que la simple donación, que conseguir mucho dinero de donantes. En el mundo anglosajón el dinero como "símbolo" de sensibilización para una causa es algo muy extendido, creo que es algo cultural, pero personalmente no me gusta amplificar ese modelo, ya que no lo comparto. El dinero es solo una herramienta (una tecnología), y desgraciadamente se ha usado en demasiadas ocasiones como "tecnología para el antidesarrollo humano", poniéndolo como un fin, creando dependencia, (ahí me sale el ramalazo de ISF ;-DDD). Creo que hay que recuperar el concepto de donación como herramienta y evitar por todos los medios mantener el modelo de dinero como fin, y mantenerlo vinculado a la "EpD a los donantes". Y si no, como decía, hacer transformación con menos donantes, que también se puede ...
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